De la infancia a la adolescencia (resumen) Montessori

Como ya sabéis, suelo hacer aproximaciones a diferentes libros con la idea de que os invite a leerlos, de María Montessori podéis encontrar unas cuantas entradas en el blog, casi siempre enfocadas a infantil ya que es la etapa en la que me centro, pero nunca había entrado en cómo es la pedagogía Montessori en la adolescencia, por lo que os voy a acercar un poco lo que he descubierto a través del libro “De la infancia a la adolescencia”.


Como el título indica es un libro que trata la pedagogía desde los 3 años hasta los 21 aproximadamente (los cuatro planos del desarrollo) en este libro, apenas entra en el primer plano (hasta los 7 años) puesto que encontramos otros libros en los que lo explica detalladamente, como La mente absorbente (puedes ver un resumen aquí) o El niño, el secreto de la infancia (puedes acceder al resumen aquí).
Lo que no he entendido es la razón por la que en este libro hace la primera separación entre los planos del desarrollo a los 7 años en vez de a los 6 como podemos encontrar en otros libros como La mente absorbente, en el bulbo…



El niño entre los 7 y los 12 años
El niño de esta edad, sufre una metamorfosis y necesita un campo más amplio de acción que su familia, necesita  salir de su ambiente cerrado y tener nuevas experiencias sociales.
En su mente, hay un cambio del plano sensorial – material que caracterizaba la etapa anterior al abstracto,  intelectual y moral. Nace el concepto de justicia, el bien, el mal…
Por lo tanto, el niño necesita salir de la escuela y prepararse para ello, porque las salidas le permiten vivir una experiencia y tomar conciencia de la realidad, por lo tanto es importante que aprenda a orientarse en el campo, a reconocer la posición del sol…
(En este punto se nombra a los boy scout como ejemplo de vida organizada fuera de la escuela)

“Cuando el chico sale, es precisamente al mundo real que se ofrece ante sus ojos. En lugar de fabricar algunos objetos que representen ideas y encerrarlos en un armario, dejemos salir al chico mostrándole las cosas en su autenticidad.”

“la salida es una llave nueva para hacer posible que la cultura impartida normalmente en la escuela sea más completa.”


El adolescente entre los 12 y los 18 (secundaria)
El adolescente tiene dos nuevas necesidades: el sentirse protegido durante su delicado periodo de transición física y comprender su nuevo rol en la sociedad.
Montessori propone la “escuela experimental de la vida”, “los jóvenes en el campo”, o “jóvenes campestres”
La idea es que los jóvenes vivan fuera de su ambiente habitual, fuera de la familia, en el campo. Allí los jóvenes realizarán diferentes actividades para adquirir independencia económica, trabajarán en el campo, no con la idea de ser campesinos, sino como una apertura a los estudios científicos e históricos para que sean capaces de penetrar en la civilización partiendo desde sus orígenes. Los jóvenes participarían en la administración del instituto, que estaría dirigido por un matrimonio y tanto los profesores como los alumnos vivirían allí. En lo últimos años, se ayudaría a los jóvenes a prepararse para la universidad.

Podéis ver un vídeo aquí


“La escuela secundaria, como se encuentra estructurada el día de hoy, no tiene otra meta que preparar a los alumnos a una carrera (…) Esta escuela no se preocupa de cultivar en modo particular la personalidad del joven y no provee siquiera los contactos físicos necesarios en este periodo de la adolescencia. Así, no solo no corresponde a las condiciones sociales de nuestro tiempo, sino que desatiende lo que debiera ser su principal tarea: proteger y favorecer el entreabrirse de la personalidad de los adolescentes, ¡la energía humana de la que depende el futuro!”

“Los jóvenes están obligados a trabajar por “deber”, por la “necesidad”, no por interés (…) se ven dirigidos por una fuerza exterior e ilógica y lo mejor de su energía individual se ve desperdiciado. Adolescentes y jóvenes son tratados hasta su madurez como a los niños de las escuelas primarias. A catorce, a dieciséis años son aún sujetos a la mezquina amenaza de “la mala calificación” con la que los profesores evalúan su trabajo.”

Después de los 18 años, el joven, ya adulto, acudiría a la universidad.

“podemos considerar la escuela según dos puntos de vista: como un lugar en el que se imparte instrucción o como una fase de preparación para la vida”

Vosotros, ¿lo habéis leído?

Laura Estremera

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