Mandala de primavera


Pétalos de rosa, tubos de cartón y flaneras de metal, estos son los materiales que utilizamos para esta actividad sensorial.
Como podéis observar hemos evitado utilizar plástico, ya que la mayoría de objetos enfocados a un público infantil son de este material y hemos preferido utilizar metal (que está frío, es duro, hace ruido al ser golpeado contra el suelo u otro recipiente de metal…), cartón (que contrasta en temperatura con el  metal, se chafa si lo presionamos, no hace apenas ruido al ser golpeado…) y por supuesto, los pétalos como protagonistas.



Preparamos una provocación bella, un mándala con todos los elementos y los niños fueron los que le dieron significado utilizando libremente el material.


Primero observando, oliendo, tocando suavemente cada material hasta familiarizarse con ellos. Después el juego se transformó: lanzando los pétalos, observando cómo caían, llenando y vaciando recipientes, tubos, observando lo que ocurría al levantar un tubo lleno, agrupando por colores, haciendo alineamientos… 


los más mayores realizaron un juego más simbólico: comiditas, bocadillos, incluso frases como “vivan los novios” se escuchaban mientras lanzaban las flores.
Como ya sabéis nunca pongo fotos en las que salgan los niños, pero tendríais que haber visto las caras de felicidad cuando les caían encima los pétalos.



¿Qué trabajamos con esta actividad?
-La expresión de cada niño según sus necesidades, respetando los diferentes ritmos de aprendizaje.
-El aprendizaje a través del juego.
-La creatividad y la imaginación.
-La parte sensorial: descubrir las diferentes texturas, olores, colores…
-El aprendizaje de conceptos a partir de su vivencia: muchos/pocos, dentro/fuera, arriba/abajo…

Esta actividad la realizamos con niños desde los 18 meses aproximadamente a los 3 años.




Nosotros pusimos el ambiente, el niño hizo el resto.

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Laura Estremera